jueves, 13 de marzo de 2014

Ruta del agua. PR-AS 17.

Salimos de la población de Taramundi (276m), capital del concejo del mismo nombre emancipado de Castropol desde 1584. 


Nos dirigimos hacia la parte baja del pueblo tomando una empinada caleya hormigonada que nos conduce rápidamente a Mazonovo.


Aquí, en Mazonovo, existe un museo de los molinos pero en esta época del año lo encontramos cerrado.

 

Cruzamos el río Turía, comenzando a ascender por la carretera que conduce a Esquíos, es la parte más fuerte de la ruta.


Una senda que nos sale por la derecha nos conduce directos a la cascada bordeando el arroyo de la Salgueira.


La senda nos introduce en un frondoso bosque autóctono con la prominente presencia de los castaños.


Una barandilla de madera nos guía todo el camino hasta un puente en la base de la cascada.


El arroyo de la Salgueira nace en Fonte Abareira despeñándose en esta bella cascada de 50m antes de llegar al Turía.


Visitada la cascada regresamos por la misma senda hasta la carretera donde continuaremos por nuestra derecha hacia el pueblo de Esquíos.

 

En Esquíos (260m),  podemos admirar su conjunto etnográfico así como el trabajo de un artesano navajero en directo. Por desgracia estaba cerrado.

 

La tradición artesanal del hierro se extiende a varias especialidades como los aperos de labranza, calderos, sartenes y sus famosas navajas de madera de boj con motivos geométricos.


La ruta continua por encima del pueblo donde una fuente y mini-lavadero nos despide de Esquíos.


Mientras caminamos, nos introducimos en un frondoso bosque de castaños con alguna presencia de robles y abedules.


Son numerosos los regueros que se cruzan en nuestro sendero mientras llaneamos por la ladera del Pico Cortín.


La Primula acaulis, Flor de panquesu o de San Juan, presente en las zonas húmedas y sombreadas no podía faltar al comenzar la primavera en Taramundi.


La Flor de panquesu recibe su nombre del supuesto sabor de sus hojas tiernas que son comestibles así como la flor, la fame en la imaginación popular puede superar cualquier prueba...


El camín comienza a descender entre muros de piedra hasta avistar el pueblo de As Veigas.


Bordeamos el pueblo por su parte superior hasta llegar al puente de Batán con un área de descanso.


Superado el puente nos encontramos con el cementerio y la Iglesia de Nuestra Señora de las Nieves, construida sobre una antigua capilla anterior a 1874.


Visitamos la zona del pueblo mejor conservada con una casería totalmente rehabilitada datada en el siglo XVIII.


Del conjunto etnográfico destacamos el molino con dos muelas para moler diferentes cereales sin mezclar las harinas.


Un paseo por el interior del caserío nos muestra la construcción a base de grandes lajas de piedra, con una sillería tosca pero trabajada.


Las corradas interiores,los cabazos tipo mondoñedo junto con algún hórreo dan el toque final a este bello conjunto etnográfico.


La salida del pueblo se complica un poco por un argayo mal limpiado.


Abajo vamos dejando al río Turía que naciendo en la falda del monte Coto Agudo se une a su afluente La Pasada en Veigas.


El sendero de ascensión está bien marcado hacia el Pico Penaboa.


El punto intermedio entre los pueblos de Veigas y Texois es esta magnífica atalaya llamada Pico Penaboa con el Navallo y Pico Corno enfrente.


Una formidable panorámica de masa forestal se abre ante nosotros, no en balde Taramundi está considerado el segundo conceyu de Asturias en este concepto.


Continuamos llaneando hasta llegar a una masa arbórea donde descendemos hacia un singular complejo etnográfico.


Texois, un pequeño pueblo que se fundamenta en el aprovechamiento de la energía hidráulica, aplicada a las labores cotidianas y artesanales. El reguero de Las Mestas es el alma de esta energía.

 

Por desgracia, en una coordinación sin precedentes entre los tres museos visitados y el chigre de Veigas, también estaba cerrado, con lo cual solo hemos podido visitar exteriormente algunos ingenios como la rueda de afilar. 


El Mazo, documentado en el siglo XVIII y el batán usado para dar consistencia a los paños salidos del telar, son las joyas de la corona de Texois.


El conjunto se complementa con el banzado, molino de agua, hórreos, cabazos y un generador eléctrico. Conservando estos espacios etnográficos rurales se potencian los recursos turísticos.


Existe un sendero que nos devuelve a Esquíos, decidimos salir por otro que pasa debajo de la capilla hacia el aparcamiento.


Una vez en la carretera descendemos por ella disfrutando del paisaje.


Llegamos a Mazonovo donde el río Turía recibe las aguas del Cabreíra.


Una empinada caleya nos guía al centro de Taramundi de donde partimos.