sábado, 8 de marzo de 2014

Ruta del Caudal. PR-AS 100.

La senda que hoy nos ocupa es un paseo asfaltado a lo largo del margen izquierdo del río Caudal.


Dicho paseo comienza a la entrada de la localidad mierense de Ujo (200m), nada mas pasar el puente del Lugarin.


La importancia de Ujo se remonta a la dominación romana donde un ara votiva dedicada a un soldado de la Legión VII Gémina o la inscripción dedicada al dios foráneo Nimmedo Seddiago, nos demuestran la importancia del enclave.


En pocos minutos pasamos delante del Puente de las Colominas y avistamos el Puente de Ricastro.


El Puente de Ricastro y la escombrera, hoy trasformada en polígono industrial, son la unión entre Ujo y Santullano.


Llegamos a la población de Santullano (240m) para cruzar bajo el puente a la altura de la estación de Renfe.


El Puente de Santullano fue realizado entre los años 1789/1798 por los arquitectos Reguera y Pruneda. Consta de cinco arcos sustituyéndose el último por uno de hormigón para facilitar la circulación de la A-66.


Acercándonos a Mieres, nos encontramos con una especie de área recreativa con aparcamiento, parque infantil, fuente sin agua y monolito sin placa...


Estamos a la altura de Rozaes de bazuelo sobre esta ancha senda asfaltada, construida por la Confederación Hidrográfica del Norte.


Cruzamos por encima de la desembocadura del reguero de Valdecuna y nos encontramos uno de los más cutres-carteles conmemorativos de toda Asturias...  


Entramos en Mieres del Camino por debajo del Puente Sur, arteria fundamental para el Polígono de Gonzalín.


Entre sus pilares una supuesta "obra de arte" del gijonés Joaquín Rubio Camín (1929-2007) titulada "La Gaviota" más conocida por los parroquianos como "el cormorán"...


Recorremos todo el polígono acercándonos al apeadero de Renfe, delante está el Puente de Seana.


Mieres sufrió a lo largo de su historia muchas inundaciones por eso de la frase popular: "Lo mejor de Mieres mío, si no me lo lleva el río".


A continuación se encuentra el famoso Puente La Perra, acceso peatonal al mierense barrio de Vega de Arriba.


En 1879 finalizan las obras del Puente La Perra, construido en madera, se instala una barraca para cobrar peaje siendo el impuesto por cruzar de 1 perra. El actual puente es de 1933 con las consecuentes remodelaciones posteriores.


Un paso elevado peatonal nos salva de las vías de tren para coducirnos a un área recreativa adaptada para perros.


Estamos en la salida de Mieres del Camino, cruzando el Caudal, delante nuestro la cinta trasportadora de carbón de Hunosa.


El Lavadero Batán son las únicas instalaciones de este tipo en Asturias. Es propiedad de Hunosa desde 1967. 


Con una capacidad de procesamiento de 8500 toneladas/día, el tratamiento actual es de unas 7000 toneladas/día destinadas principalmente a las centrales de Aboño, Soto de Ribera y La Pereda.


Al lado, tenemos las instalaciones de Mieres Tubos antiguamente conocidos por Perfrisa.

                 

La entrada principal a las instalaciones la cruzaremos 400m más adelante con una original caseta de control imitando un hórreo. El puente de hierro es de una belleza singular.


En este punto la senda se ve interrumpida, aunque un paso de peatones nos da preferencia sobre los vehículos.


Bordeamos el geriátrico de Ablaña, nuestro camino se estrecha.


El nacimiento del río Caudal se debe a la confluencia de los ríos Aller y Lena a la altura del pueblo de Sovilla, desembocando en el río Nalón a su paso por Soto de ribera.


El Caudal con sus 18km discurre en su totalidad por la cuenca carbonífera central astur que utilizó sus aguas en los procesos de lavado del carbón.

 

A lo largo de toda la senda era normal el avistamiento de numerosos patos silvestres y cormoranes.


El Phalacrocorax aristoletis, Ccormorán moñudo o Mavea en asturiano, es un ave que habita en los humedales asturianos. Antiguamente emigrava pero en la actualidad se adentra en los embalses y ríos a invernar. Aquí es donde se encuentra la polémica con los pescadores sobre si esquilman la fauna piscícola de nuestra región.


Llegamos a Ablaña, famosa localidad por sus dos pozos mineros: San Nicolás y Llamas.


En los últimos metros pasamos por encima de unos huertos, gallineros y el campo de fútbol Santa Bárbara de Ablaña.


La senda es muy concurrida en determinados tramos, muy fácil de recorrer sin pérdida ninguna, tal vez por ello la señalización es pésima.



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